Nos ha gustado mucho todo lo visto, pero sobre todo el pueblito del Bolsón, una auténtica delicia. Situado entre dos cadenas de montañas nevadas y cerca de cascadas y ríos preciosos. Un lugar de esos con encanto donde todavía se ven a los hipes artesanos vender directamente sus productos en la feria local, una de las más renombradas de Argentina.
Toda la zona es una sucesión continua de montes, la mayor parte de ellos nevados. Inmensos lagos y atrevidos ríos de montaña. Llena, llena de árboles, magníficos, autóctonos muchos de ellos: Alarces, Araucarias, Arrayanes, Choihues, Lengas…
Hemos subido en teleférico y telesilla hasta las cumbre nevadas y por supuesto no han faltado buenos paseos. El Cerro Catedral (donde nos sorprendió el vuelo del cóndor), el Tronado (que como su nombre indica vimos varios aludes atronadores), El Cerro Perito Moreno, el Piltriquitrón. El lago Nahuel Huapi, el Puelo, el Gutiérrez, la cascada Escondida, la de los Alerces en el río Manso, el Ventisquero Negro, un glaciar negro increíble y un largo etc, han hecho que estos días hayan sido fascinantes.
Quizás la única pega es que nos está haciendo mal tiempo, sobre todo mucho frío y lluvia, más de lo esperado en esta época del año. Salimos huyendo del invierno español al verano del cono sur y la verdad es que por ahora de primavera nada de nada, habrá que tener paciencia.
Ahora somos tres ya que Claudio, alias Rigodón, se ha sumado al viaje.
Claro solo faltaba Rigodón... ah! ¿y el comisario Dix?
ResponderEliminarLo del tiempo será porque ayer empezó a hacer frío por aquí, hasta la fecha andábamos aún muy primaverales en samarreta.
Saludo!
Me apunto lo del glaciar NEGRO ¿? ya me contará.