Seguido paramos en Punta Ballena un lindo lugar donde se contempla la inmensa monstruosidad de Punta del Este y casi sin darnos cuenta llegamos a Piriápolis, ciudad de Piria, su fundador. Nadie nos había hablado de esta ciudad y nos ha encantado.
Por fin hemos visto gente pasear. Es el primer balneario, destino turístico, que se fundó y se nota en sus antiguas casas, en su urbanización y en el aire de otros tiempos que despide. Tiene un coqueto puerto pesquero donde nos sorprendieron unos lobos marinos alimentándose tranquilamente mientras los paseantes les miraban y se hacían fotos con ellos y un buen numero de librerías, panaderías, pescaderías y demás tiendas que hacen que sea un lugar muy vivo, a diferencia de los otros balnearios que en estas fechas fuera de temporada parecían lugares fantasmas.
Piriápolis un buen lugar para vivir.
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