Siguiendo un símil, en el buceo cuando se desciende muy profundo y
durante mucho tiempo se necesita un tiempo de descompresión para poder volver a la
superficie sin problemas. Eso es lo que hemos hecho estos días.
Aprovechando el cochecito que alquilamos nos hemos dado unas
vueltas por algunas de las zonas cercanas a la ciudad de Panamá que
recomendaban en la guía.
Primero fuimos a
la “zona libre” de Colón. Tenía curiosidad por conocer una zona libre,
nos habían hablado de lo barato que estaban las cosas sobre todo las de marca,
cual ha sido nuestra sorpresa cuando nos encontramos con una sucesión de
almacenes de chinos y similares, las grandes marcas parecen que están huyendo a
mejores lugares. Lo decepción no fue grande, como nuestra intención de compra
era pequeña, así fue la decepción.
Nos fuimos a ver de nuevo el canal, esta vez en la zona de
Gatún, según la guía la mejor… y
así ha sido. Ese día nos quedamos en una marina yanqui, vestigios de cuando
eran los dueños del canal. Aprovechamos para comprarnos un par de grandes yates
y darnos una vuelta por esos mares de dios.
De ahí al fuerte de San Lorenzo, una maravilla de la
ingeniería española del siglo
XVII, luego a Portobelo la zona caribe-afro de aquí. Curioso lugar
venido a menos aunque con algún bonito edificio de otros tiempos gloriosos.
En el Parque Nacional
Soberanía nos hemos alojado en una de las antiguas casas de los
americanos. Se marcharon en el 2000 y hay muchas viviendas en el entorno del
canal medio abandonadas. Podríamos haber rodado por aquí el Resplandor II en
homenaje a Kubrick. El parque está bien preparado para dar buenos paseos por uno de los bosques
húmedos más grandes y mejores conservados.
Otro destino ha sido el Valle de Antón. Un pueblecito dentro
de la caldera de un antiguo volcán, dicen que hace 3 millones de años que entró en erupción por última vez. Nos
recibió con un clima de montaña digno de los Pirineos o similar. Aquí de casi
todo: jardín botánico de orquídeas y otras flores… paseos por el monte viendo
cascadas y piedras pintadas y un
par de buenos remojones en aguas
termales.
Y poco a poco de vuelta a ciudad de Panamá, conociendo
algunos rincones un tanto escondidos de la costa pacífica.
El último paseo nos lleva al corredor de Amador y las Islas
para ver la sky line en todo su esplendor.
Mañana de nuevo un largo viaje... esta vez para volver a casa.
Buen viaje socio (y charo)!!. Un besazo a ambos y nos vemos pronto.
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